¿Estás haciendo obras de rehabilitación, reforma, remodelación?
¿obras en tu casa, comunidad de propietarios, local, chalet, etc?
¿cómo afrontar nuestras obras y cómo evitar los problemas que surgen?
¿Has hecho una obra y has acabado odiándolo?
Este es el dolor de cabeza de cualquier presidente de su comunidad de vecinos, o cualquier autopromotor: tener que hacer obras para el mantenimiento, o para resolver problemas que van surgiendo en el edificio, que parecen que nunca terminan, o para construirse una vivienda en una parcela de su propiedad.
Hacer una obra parece algo fácil y conocido, llamamos a un albañil, y que lo haga. Al principio lo cogemos con mucha ilusión, ‘vamos a decidir como queremos nuestra obra’, ‘nos va a quedar muy bonito, y muy moderno, porque nosotros somos los que elegimos lo que queremos’. Esto es lo que debe pensar todo el mundo cuando afronta su «primera» obra.
Lo cierto es que luego empiezan a aparecer los problemas, y acabaremos hartos, frustrados, con sensación de haber sido engañados en muchos de los casos, y sin saber qué hacer para solucionarlo. ¿te ha ocurrido alguna vez?
Desde este blog queremos echar una mano y poner en antecedentes a aquellos que van a afrontar alguna obra, también para aquellos que quieren hacer una obra de reforma o rehabilitación en su vivienda unifamiliar, el chalet, la casa del pueblo, la casa de la playa, etc.
Si bien es cierto que no hay un método mágico que resuelva todos los problemas, queremos, al menos indicar los pasos que se deberían dar, y qué tener en cuenta para tratar de que todo salga lo mejor posible, a pesar de que siempre se presentan problemas; incluso para los profesionales de este sector es un dolor de cabeza, y resulta bastante frustrante muchas veces, a pesar de tener los conocimientos y los recursos para actuar según las circunstancias. Y ese es uno de los problemas principales que, a nuestro juicio, se presenta: adaptarse a las circunstancias de la obra, que siempre son cambiantes, y que no hay 2 obras iguales de reforma o rehabilitación. Además, hay que improvisar en cuanto surge cualquier cosa que no está prevista, y, no os miento, surgen constantemente, de modo que tener que improvisar con rapidez sin saber cual es la decisión correcta, es verdaderamente muy estresante, pone nervioso a cualquiera, y las decisiones, que siempre tienen un coste económico importante, se convierten en el problema más grande que puede tener un presidente o un propietario que afronta realizar obras en su propiedad.
Mucha gente cree que sabe bien como afrontarlo, y por experiencia, conozco muchos casos que a mitad de obra me han dicho que se arrepentían, que estaban hartos, y que no volvían a hacer una obra bajo su responsabilidad. Me explico:
CONTRATAR UNA SOLA EMPRESA CONSTRUCTORA PARA TODA LA OBRA
Es habitual encontrarse con la idea, para el propietario inexperto que afronta realizar una obra, que prefiere contratar cada gremio por su cuenta, para abaratar el coste (albañil, carpintero, yesita, fontanero, electricista, etc. incluso la compra de materiales); realmente comprar los materiales por nuestra cuenta no suele resultar más barato, pero contratar los gremios por nuestra cuenta puede ser más barato, al menos con los presupuestos de la mano, pero los problemas que se generan son tales que NUNCA merece la pena.
¿porqué no merece la pena contratar cada oficio por separado?
Si la obra es sencilla, de modo que solo tienen que intervenir 2 oficios (como un albañil y un fontanero, por ejemplo), el problema no es grande, pero para una obra donde intervengan la mayoría de oficios que intervienen en obras completas de nueva edificación o rehabilitación total, la falta de coordinación que existirá entre oficios ocasiona que unos se echen la culpa a otros, y haya trabajos que nadie asume realizar, quedarán sin hacer, o quedará a medias de hacer, y por mucho que nos esforcemos es estar 10 horas al día pendiente de todos y sin parar de hacer llamadas telefónicas, veremos que muchas de las veces no nos hacen caso, incluso nos dan plazos que no cumplen, se auto exculpan de determinadas tareas diciendo que no están contratadas con ellos, indicando que corresponde a otro oficio, o a nadie. (por ejemplo, no acostumbran a limpiar los escombros y restos que dejan en cada trabajo, y nadie lo va a realizar).
¿porqué se da esta situación? Pues no se exactamente a qué se debe este comportamiento de la mayoría de profesionales de la construcción, pero el caso es que sucede habitualmente. Quizá sea por que «a río revuelto, ganancia de pescadores», y si hay falta de coordinación entre empresa que intervienen, bien porque no existe, o bien provocada por ellos mismos, pueden ahorrar gastos, trabajo, conseguir aplazamientos en plazos de entrega de trabajos, etc. y, en definitiva, ganar más dinero.
En la parte 2 de este artículo daremos más cosas a tener en cuenta a la hora de afrontar una obra.
[…] no has leído ya laun anteriores artículos de esta serie de 3, te recomiendo leer antes la parte 1 y la parte 2 de “como debemos afrontar nuestras […]
[…] nuestra parte I de como debemos afrontar nuestras obras hablábamos sobre lo perjudicial que puede ser hacer una obra contratando los distintos oficios […]