Según publica hoy El Mundo en su artículo sobre la etiqueta energética, nos habla de que se ha redactado un tercer borrador del real decreto que pretende regular la certificación de eficiencia energética en edificios existentes, que será obligatoria conseguirla para viviendas y locales que se vendan o alquilen.

Aparecen dos cambios importantes en el nuevo borrador:

Primero: Si bien estaba previsto en anteriores borradores del decreto que entrara en vigor en enero de 2013, la entrada en vigor está ahora propuesta para el 1 de junio de 2013.

Segundo: Y además se aclara bastante cuales son las titulaciones habilitantes de los técnicos que pueden redactar dichas certificaciones, ya que en el segundo borrador se decía: ‘habilitante para la certificación energética’, sin decir cuales, y en el primer borrador se hacía mención a las titulaciones previstas en la ley de ordenación en la edificación (LOE). Ahora aparecen como titulaciones habilitantes las de arquitecto, arquitecto técnico o aparejador, ingeniero e ingeniero técnico.

Parece ser que hay otras titulaciones de FP3 que puedieran tener conocimientos al respecto en eficiencia energética, y que pudieran considerar tener habilitación para este tipo de certificación, pero el borrador se ha limitado a las titulaciones habilitantes para las actuaciones que la LOE regula.

Tal vez haya sido porque los conocimientos necesarios para estas certificaciones no son solamente el de los materiales aislantes, con influencia puramente energética, sino que también hay que conocer los elementos constructivos que componen los edificios, las interacciones entre ellos, etc; puesto que en edificios existentes no vamos a poder saber con exactitud cuales son esos elementos, ya no los podemos ver (los aislamientos térmicos están habitualmente entre 2 hojas de ladrillo en las fachadas), por tanto parece necesario conocer la construcción que se realiza habitualmente, en la que estos técnicos habilitados conocen por su experiencia, para estimar cuales son los elementos que tenemos en cada edificio, deduciéndolos cuando no sea posible verlos, por medio de las medidas interiores o exteriores, grosor total de muros y fachadas, tipos de cubiertas, carpinterías metálicas o de madera, etc.

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