Según la wikipedia.org, Internet de las cosas, o en inglés «The Internet of Things», es:
«Internet de las cosas (IoT, por su siglas en inglés) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Alternativamente, Internet de las cosas es el punto en el tiempo en el que se conectarían a Internet más “cosas u objetos” que personas. También suele referirse como el Internet de todas las cosas o Internet en las cosas. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.»
Para qué puede servir internet de las cosas
Internet de las cosas es un concepto que se está empezando a poner en práctica por diferentes empresas, pero lo primero que se nos viene a la cabeza es el uso de la «domótica» o casa inteligente, pero de esta forma tendríamos una serie de aparatos domésticos conectados a internet para que podamos recibir información, funcionar de forma automática, y manipularlos de forma remota; al estar conectados a internet, lo mejor es que todos pueden ser controlados desde una aplicación en el móvil, tablet o PC, con lo que se ahorra mucho en costes, al no necesitar mandos a distancia o dispositivos para su control, y será más fácil de usar y aprender a usar.
Como ejemplo, podemos hablar del control de la calefacción, donde podríamos cambiar la temperatura que queremos en casa, encender o apagar la calefacción con nuestro móvil, desde cualquier parte del mundo. También se habla de frigoríficos, lavadoras, etc. cocinas y hornos que podemos poner en marcha a distancia y que se apaguen cuando la comida esté hecha, de forma que recibamos información del estado en nuestro móvil, y podamos cambiar el horario previsto en cualquier momento. También la apertura o cierre automatizado o a distancia de ventanas y persinas, sistema de ventilación, y cualquier cosa que se nos ocurra.
El nexo de unión es siempre internet, y sirve para establecer comunicación entre los diferentes dispositivos para que puedan ser administrados de forma automática o manual a distancia, y todos en conjunto.
Las áreas de despliegue de internet de las cosas en las ciudades, donde se aglutinará la mayoría de la población, serán: salud, alimentación, tráfico, logística, administración, redes, venta al por menor, cadenas de suministro, contadores inteligentes, turismo y e-administración.
Ya se está realizando experimentos de construcción de ciudades inteligentes, donde una infinidad de sensores recogen datos de los movimientos habituales de personas y vehículos, de modo que se pueden predecir los flujos, y de este modo se pueden prevenir una gran cantidad de accidentes de tráfico, y emisiones de gases contaminantes o consumo de energía al poder coordinar, con estos datos y mediante ordenador, el uso de los taxis compartidos, sin necesidad de perjudicar los trayectos de cada viajero.
Volumen de negocio
Internet de las cosas generará un volumen de negocio muy importante hasta 2022 en todo el mundo; según un estudio del laboratorio VINT, de Sogeti, que indica que internet de las cosas moverá, sobre todo, en edificios inteligentes, con un volumen de 213.000 millones de euros, aunque también en automoción, utilities, smart cities e industria. En total será un volumen de negocio de 596.000 millones de euros.
Internet de las cosas suena a esas cosas futuristas que veíamos en muchas películas, como cuando controlamos nuestra casa hablando, o cuando se encienden las luces automáticamente, y se pone nuestro canal de TV al entrar.
Como esto promete, seguiremos hablando más sobre internet de las cosas (IoT), y tendremos mucha más información pronto. Este año 2015 parece que será el año del despegue de IoT, y tenemos que estar al día con toda esta nueva tecnología.
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