La Consejería de Fomento va a crear una nueva línea de ayuda dirigidas a los propietarios de viviendas que lleven a cabo la Inspección Técnica de Edificios (ITE), que puede alcanzar hasta el 30% del coste de la actuación. El objetivo es incentivar el mantenimiento en buenas condiciones de uso y habitabilidad de los inmuebles, que por otra parte es obligatoria para los propietarios de las viviendas de más de 40 años y en municipios de más de 20.000 habitantes y los que, sin alcanzar esa población, disponen de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Además, la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Hacienda, ha puesto en marcha un incentivo fiscal asociado a la inspección de edificios que bonifica las obras en inmuebles de más de 30 años de antigüedad para garantizar su conservación antes de la revisión obligatoria a partir de los 40 años. La deducción en el IRPF ascienda al 15% de la cantidad abonada a la empresa que efectúe el trabajo, con un máximo de 10.000 euros por ciudadano.
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