Y como últimos consejos,  vamos a explicar rápidamente un par de cosas:

Si no has leído ya los anteriores artículos de esta serie de 3, te recomiendo leer antes la parte 1 y la parte 2 de «como debemos afrontar nuestras obra».

EL PRESUPUESTO MÁS BARATO NOS DARÁ LA CALIDAD MÁS BAJA

Se tiene la costumbre de buscar el precio más barato para nuestra obra. Otra curiosa costumbre que no tenemos a la hora de comprar otros productos, pues por ejemplo, poca gente se compra el coche más barato que encuentra en el mercado.

¡Ah! Claro. Es que un coche caro se nota de lejos, pero una obra… pensamos que una obra va a ser de igual calidad frente a un presupuesto caro y otro barato, pero no, el contratista que presupuesta barato se ocupará por todos los medios de no gastar más de lo que cobra, y nos dará una calidad baja, o nos cobrará dinero extra ante cualquier excusa.

Bien es cierto que no siempre se cumple la máxima de que la calidad es cara, pero suele ser más o menos así. Por tanto, el más barato debería ser desechado, a menos que nos conformemos con la peor calidad de las posibles… y no pensemos que una casa dura 100 años sin mantenimiento, porque nunca es así.

NO CONTRATAR A LOS TÉCNICOS QUE EL CONTRATISTA NOS RECOMIENDE

No contratar al técnico que el contratista o el administrador de fincas nos recomiende, pues tienen intereses mutuos y se defenderán entre sí, no tanto a su cliente, el que paga todo.

Se trata de contratar profesionales independientes, que nos defiendan ante la falta de calidad de la construcción, o las certificaciones pasadas al cobro indebidamente.  No pensemos que el constructor es nuestro amigo, él quiere ganar dinero, y ante el barullo de una obra, cualquier cosa le vale para cobrar más. El técnico tiene la tarea de comprobar la calidad de la obra, pero que no tenga razones para beneficiar a propósito al contratista, porque todo podría ir en contra nuestra.

Es como si alguien nos demanda en el juzgado, y contratamos un abogado que es amigo suyo, o le debe un favor, pues imagínate como nos va a defender…

RESUMEN

• Contratar toda la obra a una sola empresa, no por partes. Asi minimizamos problemas de coordinación entre gremios, funciones no asumidas por nadie, responsabilidades asumidas o rechazadas, alcance de garantías, etc.
• Tener todos los detalles y materiales elegidos antes de comenzar la obra. Así la obra se podrá ejecutar más rápido y evitaremos gastos extra, y parones innecesarios. siiii… ya se que no es fácil, pero ¿qué más da elegir todo antes de empezar la obra o durante? si vamos a estar igual de indecisos. Dejémonos aconsejar por nuestro arquitecto y que nos haga algunos dibujos para hacernos una idea.
• El presupuesto más barato nos dará la calidad más baja. Como cualquier otra cosa. Aunque todos los presupuestos valoren la misma obra con las mismas calidades, no será igual, puesto que en la obra habrá muchos imprevistos, y la calidad de la ejecución puede ser deficiente si el contratista trata de ahorrar dinero en la construcción para cubrir una bajada de presupuesto.
• No contratar técnicos que el contratista nos aconseje. Mejor técnicos independientes, que defiendan nuestros intereses, y que no tengan intereses cruzados.

Para ilustrar esto en clave de comedia, podéis ver la película Los Blanding ya tienen casa, aunque antigua, muy divertida, para que os vayais haciendo una idea de lo que os espera.

Espero que os sirve un poco de ayuda, no desespereis, que todo tiene arreglo, y os deseo suerte en vuestros proyectos y obras.